La mayoría de mis clientes buscan perder grasa corporal, y para este objetivo en concreto surge siempre la duda de cuál es la mejor dieta o el mejor plan de alimentación. ¿Es mejor seguir las recomendaciones mundiales y adoptar una dieta baja en grasas y moderada-alta en carbohidratos? ¿O es mejor una dieta alta en grasas y baja en carbohidratos o incluso una cetogénica (muy baja en carbohidratos, apenas permite unas pocas verduras y frutos rojos)? ¿O mejor una alta en proteínas? ¿Es mejor seguir una dieta omnívora o una vegetariana/vegana? Y, ¿es mejor hacer 5 comidas al día o 3? ¿Y qué hay del ayuno intermitente? ¿Qué será mejor? ¿Qué dieta ofrecerá los resultados esperados?
Se ha demostrado que para la pérdida de grasa cualquier dieta funciona si se ingieren menos calorías de las que se gastan. Si aseguramos esto, y también el aporte suficiente de todos los nutrientes necesarios para mantener un buen estado de salud, cualquier dieta es válida. Es por esto que a mi me gusta responder a la pregunta de qué dieta es mejor con otra pregunta: ¿qué dieta crees que es mejor para ti?
Independientemente de cuál sea el objetivo perseguido, una dieta no es más que el conjunto de alimentos y bebidas que conforman nuestra alimentación y, por tanto, es algo que se debe mantener a largo plazo. Y para mantener algo a largo plazo es importante que sea algo que guste, resulte agradable y sea fácil de llevar a cabo. Por ejemplo, la dieta cetogénica puede dar muy buenos resultados para una pérdida de grasa rápida pero, ¿cuánto se puede mantener en el tiempo? Si tenemos un evento social y se sirve pan, ¿podremos contenernos y no comerlo? Y después, ¿podremos ir introduciendo los carbohidratos poco a poco o perderemos el control y los comeremos en cantidades enormes?
Comer 3 veces al día puede beneficiar a ciertas personas; por ejemplo, personas con rutinas y horarios muy ajetreados que no tienen tiempo para preparar y comer múltiples veces al día. Otras, sin embargo, notan que si pasan toda la tarde sin comer, al llegar a casa por la noche comen con más ansia, en mayor cantidad y, a veces, de peor calidad nutricional. Hacer 5 comidas al día puede resultar también beneficioso para personas que se sacian rápidamente o que tienen molestias gastrointestinales, como hinchazón o gases.
Cuando diseño una dieta o un plan de alimentación para mis clientes lo hago teniendo en cuenta sus necesidades, por supuesto, pero también su situación, su rutina diaria y sus gustos y preferencias. ¿Estudia o trabaja? ¿Cuál es su jornada laboral? ¿Cómo es su horario laboral? ¿Dónde come? ¿Cuánto tiempo tiene para cocinar? ¿Le gusta cocinar? ¿Cocina para una persona o para varias? ¿Cómo es su nivel de estrés? ¿Come cuando siente estrés? ¿Come con ansia? ¿Le gusta más el dulce o el salado? ¿Le gusta el pan? ¿Come con pan? ¿Prefiere desayunar tostadas o leche con cereales? ¿Qué alimentos le gustan? ¿Qué alimentos le gustaría tener presentes en su dieta? Estas y más preguntas son las que hago en la primera consulta para conocer al máximo a mi cliente y poder diseñar el plan de alimentación más adecuado para esa persona. Una dieta es algo general. Un plan de alimentación debe ser algo personalizado a cada individuo.
Mi consejo: a la hora de escoger una dieta o un patrón de alimentación no lo hagas basándote en la dieta de moda de la que has oído hablar en el trabajo o en tu gimnasio o la que sigue el famoso de turno, sino que tengas en cuenta todos los factores de tu rutina diaria y tus preferencias, y elijas los alimentos que más te gusten, manteniendo siempre un equilibrio y riqueza nutricional, pero sin restringir ni prohibir alimentos y sin generar un estrés y ansiedad innecesarios.