Me pasa a veces en consulta que algún paciente me me enseña una foto de su ídolo y me dice "Quiero ser como él/ella", o que en el gimnasio alguien se me acerca y me pregunta "¿Yo me podría poner como él/ella?". La respuesta a ambas preguntas (y a todas sus posibles versiones) es siempre la misma: no. Porque ese cuerpo que quieres tener no es tuyo, ya está cogido, es de esa persona, y absolutamente nadie más tendrá nunca un cuerpo igual. Tendemos a pensar que nuestra apariencia física corporal es sólo cuestión de comer bien y entrenar mucho, y aunque es cierto que en parte depende de esos dos factores, hay muchísimos más, y cada uno con un peso distinto en cada persona. Está bien querer parecerse a alguien y tener referentes, pero debemos tener objetivos reales, y el cuerpo de otra persona nunca lo es. En lugar de eso, busca qué quieres mejorar en lo que ya tienes, y a partir de ahí márcate objetivos para tu propio cuerpo.

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