A lo largo de mi carrera, he sido testigo de transformaciones impresionantes, pero al principio la mayoría de mis pacientes han llegado diciéndome lo mismo: “He estado toda la vida a dieta”,  y sé que detrás de esas palabras hay frustración, esfuerzo y, muchas veces, desilusión. 

En este artículo, quiero compartir mi experiencia al escuchar estas historias, cómo abordo esta situación en consulta y por qué creo que el enfoque hacia la alimentación debe cambiar.

He visto pacientes que llegan sintiéndose derrotados, cansados de intentarlo todo y sin saber qué hacer. Muchos de ellos comparten características comunes:

     -Han probado dietas restrictivas.

     -Tienen una mala relación con la comida.

     -Han experimentado un ciclo de “subidas y bajadas de peso” que parecen interminables.

Como profesional, mi objetivo es romper con ese ciclo y ayudarle a cambiar su estilo de vida a la larga. Esto implica:

      -Olvidar las “dietas milagros”

     -Hacerles ver que los atajos no son buenos y rara vez funcionan a largo plazo. 

En lugar de eso, enfoquémonos en hábitos que puedan sostenerse a la larga como:

     -Comer más alimentos más nutritivos y saciantes y menos procesados.

     -Incorporar actividad física a diario, no solo como ejercicio, sino como una forma de autocuidado.

     -Priorizar el bienestar general (mejorar la energía diaria, dormir mejor...)

     -Aprender a ser flexibles con su alimentación. 

¿Sientes que es hora de salir del ciclo de dietas? Reserva una consulta conmigo y trabajemos juntos en un plan que se adapte a tu vida, no al revés. 

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