o1/4 unidad mediana de cebolla blanca, cruda (35 g)
o1/2 unidad mediana de calabacín, crudo (160 g)
o1/4 unidad mediana de limón, crudo (46 g)
o150 gramos de pollo, pechuga, sin piel, crudo
o1 cuchara de postre de aceite de oliva, virgen extra (5 g)
Método de preparación
1.
Lava y corta el calabacín en rodajas, no muy gruesas.
2.
Corta en láminas la cebolla y la pechuga de pollo en tiras de tamaño medio.
3.
En una sartén, echa un chorrito de aceite. Cuando esté caliente, cocina la cebolla un par de minutos. A continuación, vierte las rodajas de calabacín y un poco de sal. También, ralla un poco la cáscara de limón y viértela en la sartén (con dos pizcas te basta). Saltea todo a fuego medio, 5-7 minutos.
4.
En otra sartén, con un poquito de aceite, cocina el pollo que previamente has cortado en tiras. Échale una pizca de sal y dos cucharadas de zumo de limón.
5.
Cuando veas que el pollo ya está cocinado, viértelo en la sartén de los calabacines y, con suavidad, integra todos los ingredientes. Sírvelo en tu plato y coloca, a modo de decoración, alguna rodaja de limón.