¿Se puede cubrir el magnesio solo con alimentos o siempre es necesaria la suplementación?
Resumen:
En la mayoría de los casos, una dieta equilibrada es suficiente para cubrir las necesidades diarias de magnesio, y la suplementación solo es necesaria en situaciones específicas bajo supervisión médica.
Fuentes alimenticias de magnesio
El magnesio está presente en una amplia variedad de alimentos, especialmente en:
Verduras de hoja verde (acelgas, espinacas)
Frutos secos (almendras, anacardos)
Semillas (lino, calabaza)
Legumbres (garbanzos, frijoles)
Granos enteros (arroz integral, mijo)
Frutas (aguacate, plátano)
Productos lácteos y derivados de soya
Chocolate negro (alto contenido en cacao)
Por ejemplo, solo 28 gramos de almendras aportan aproximadamente el 20% del requerimiento diario de magnesio en adultos. Así, con una dieta variada y bien planificada, es posible alcanzar la cantidad recomendada: entre 310-320 mg diarios para mujeres y 400-420 mg para hombres adultos.
¿Cuándo es necesaria la suplementación?
En personas sanas con una dieta adecuada, el déficit de magnesio es poco frecuente, ya que el riñón regula eficazmente la excreción de este mineral.
La suplementación solo está indicada en casos de déficit confirmado, que suele estar relacionado con condiciones específicas como:
Problemas digestivos (malabsorción, enfermedades intestinales, diarreas crónicas)
Consumo prolongado de ciertos medicamentos (diuréticos, inhibidores de bomba de protones)
Alcoholismo
Situaciones de pérdidas renales o digestivas
En estos casos, la suplementación debe ser prescrita y controlada por un profesional de la salud, ya que el exceso de magnesio por suplementos puede provocar efectos adversos como diarrea, náuseas, cólicos e incluso alteraciones graves del ritmo cardíaco.
Conclusión
No es necesario recurrir a suplementos de magnesio de forma general. Una dieta equilibrada, rica en alimentos vegetales, frutos secos, semillas y cereales integrales, suele ser suficiente para cubrir las necesidades diarias de magnesio en la mayoría de la población. La suplementación solo es recomendable en casos de déficit diagnosticado o condiciones médicas específicas, siempre bajo supervisión médica.