En este mes de mayo, quisiera hacerte un regalo a ti, mamá, en este pequeño blog. Mi objetivo es darte palabras de aliento y herramientas para impactar de forma positiva tu salud y la de tu familia. Si bien estamos en la era de mujeres empoderadas multitaskers; sigue cayendo sobre nuestra responsabilidad el manejo de la alimentación familiar y por ende el crecimiento saludable de nuestros hijos.
Ojalá y la respuesta fuera sencilla y estuviera en línea con las recomendaciones de las guías internacionales y de los expertos (i). Sin embargo, a veces no logramos apegarnos a un plan de alimentación saludable y nuestros hijos comienzan a presentar trastornos metabólicos que promueven un exceso de peso y problemas de salud. ¿El resultado?
Como mamás nos sentimos frustradas y culpabilizadas pues en teoría, deberíamos tener control sobre lo que nuestros hijos consumen.
Pero no es tan sencillo. Primero, déjame explicarte lo complejo que es la obesidad y alivianar esa carga. Según la Brithish Dietetic Association, la obesidad es una enfermedad crónico-degenerativa multifactorial, caracterizada por la acumulación en exceso de grasa corporal que impacta de forma negativa en la salud metabólica, física y mental, así como en la calidad de vida. Es una enfermedad muy compleja, resultado de la combinación de múltiples factores tanto socioeconómicos, ambientales y genéticos. Que por ningún motivo se te cruce por la cabeza que, como mamá, tienes la culpa del exceso de peso en la familia.
En febrero del 2023, la Academia Americana de Pediatría publicó la primera Guía de Práctica Clínica para la Evaluación y Tratamiento de niños y adolescentes con obesidad (ii) . Es un documento de 100 páginas en donde se describen todos los actores que participan en esta enfermedad y cómo abordarla desde todos los ángulos. No pretendo resumir la guía, sino más bien describir los contribuyentes de la obesidad en sus diferentes niveles para establecer puntos importantes:
Mamá, ni tu ni tu familia tiene la culpa. El exceso de peso es muy complejo, tiene varios niveles, y los más importantes son en donde tenemos menos injerencia. Más adelante te lo explico.
La nutrición familiar es apenas una pieza del gran rompecabezas de la obesidad. Cada familia es un mundo diferente, y hay momentos en donde condicionantes fuera de nuestra zona de control pueden incrementar el estrés y la dinámica de alimentación. Situaciones como pérdida de algún ser querido, cambios laborales, nuevos integrantes a la familia, etc., pueden desplazar la prioridad de llevar un estilo de vida saludable. Y eso está bien. Iniciarás el cambio cuando estén listos.
Factores de Riesgo que contribuyen a la obesidad infantil
Las nuevas guías de la AAP citadas previamente dividen a los factores de riesgo que contribuyen a la obesidad infantil en 4 niveles:
Como verás, los que más peso tienen son los factores políticos y comunitarios. Tristemente, son donde menos podemos control tenemos y donde menos podemos actuar. Quiero hacerte conciencia que somos víctimas de un marketing depredador de productos ultra procesados no saludables que están insertos en nuestras comunidades atacando a directamente a nuestros hijos con campañas multimillonarias, y todo esto se gestiona con el ambiente político de cada país. En mi blog anterior hablo un poco de esto (click aqui). Por ejemplo, desde el 2016 Chile implementó la ley de etiquetado con sellos negros, obligando a los productos declarar si son altos en grasas, azúcares, sodio o calorías. Una estrategia muchísimo más efectiva que trabajar de forma individual. ¿Qué necesitamos? Un control de mercadeo y etiquetado de productos ultra procesados, así como políticas públicas en pro de la seguridad alimentaria nutricional.
El siguiente nivel es el área comunitaria y vecindario, en donde entra en juego el ambiente escolar. Aquí como padres de familia podemos tener un poco más de control al estar involucrados en las gestiones escolares referentes a tienditas, recaudación de fondos, mañanas deportivas. Idealmente, si hay algún evento que el mismo no esté patrocinado por compañías de alimentos chatarra o bebidas azucaradas (más si son deportivos). Coherencia ante todo digo yo. Aquí hay mucha tela que cortar, desde volver a enseñarle a los maestros que no se castiga ni se premia con comida, hasta el acceso a alimentos completos no procesados en nuestros centros educativos.
En cuanto al vecindario, déjame que te pinte esta escena: Ve tu a decirle a una persona de escasos recursos que coma más saludable, cuando vive en una comunidad recóndita sin acceso a agua potable donde lo más cercano es una tiendita de barrio que expende gaseosas y chucherías por Q10. Por estas y más razones, ni tu ni tu familia tienen la culpa del exceso de peso.
Ahora bien, para ubicarte en el contexto de nuestra consulta nutricional, tomando en cuenta los factores individuales, mi objetivo es apoyarte a que tu y tu familia puedan tener calidad de vida enfocándonos en el ambiente familiar. Aquí es donde tu y yo trabajaremos en equipo. Son estrategias individualizadas y personalizadas según las necesidades de cada familia para promover hábitos saludables que perduren con el tiempo.
Por último, si bien los factores individuales son importantes y también contribuyen al exceso de peso, es donde recae el estigma y la discriminación de la obesidad. Tanto profesionales de la salud, como amigos y familiares caemos en el error de declarar que una persona tiene exceso de peso porque quiere, porque come mal y no se mueve. Lees en redes sociales coaches motivándote a que no hay excusas, que tú eres más fuerte que la flojera. Y esto no es así.
Como dato interesante, según la European Association for the Study of Obesity (EASO), de las personas que logran mantener una pérdida de peso exitosa del 5% de su peso inicial, el 80% de ellas logran recuperarlo en 5 años. Puedes ver la infografía de la obesidad al final de este documento.
Además, como lectura extra, te recomiendo este blog del nutricionista español Julio Basulto, titulado el Víacrusis de la Obesidad, en donde nos pone en contexto cómo jamás se debe culpabilizar a una persona por su exceso de peso. Espero que este blog te ayude a salir del árbol y ver el bosque, a cambiar la perspectiva del exceso de peso.
Resumiendo
Idealmente, si queremos ver resultados en mejorar las estadísticas en obesidad infantil, las estrategias deberían estar centradas a nivel gubernamental donde se promuevan políticas que regulen el mercadeo de productos no saludables y su etiquetado. Así como crear espacios de seguridad alimentaria donde el acceso a productos saludables sea viable física y económicamente. Pero como no vamos a postularnos para el gobierno, nuestro papel radica en realizar cambios en nuestro hogar.
Como verás, el exceso de peso no necesariamente se combate con un “plan dietético”. Como madres y jefas de familia, podemos enfocarnos en cómo podemos mejorar nuestro ambiente familiar, qué cambios podemos implementar según nuestra situación actual, empoderarnos con conocimiento (fiable y basado en evidencia científica), para tomar mejores decisiones en nuestro patrón de consumo.
Como te lo he dicho en consulta, eres una excelente mamá.
Anexos
En la siguiente tabla te resumo resume los factores descritos que contribuyen a la obesidad.
Puedes acceder a la infografía completa aquí. Dale doble click para verla en grande en otra pestaña.
(i) American Academy of Pediatrics, Academy of Nutrition and Dietetics, Asociación Española de Pediatría, las European y American Societies for Clinical Nutrition and Metabolism, American Breastfeeding Medicine, British Dietetic Association, Instituto Nutrición de Centroamérica y Panamá-
(ii) Hampl SE, Hassink SG, Skinner AC, et al. Clinical Practice Guideline for the Evaluation and Treatment of Children and Adolescents With Obesity. Pediatrics. 2023;151(2): e2022060640