Los días comienzan a sentirse más cortos y las temperaturas más bajas, marcando el inicio de la temporada de fin de año que para muchos puede significar un golpe a su estado de salud. En un abrir y cerrar de ojos pasamos de pedir dulces y comer fiambre, a convivios, tamales y cuetes. Dos meses expuestos a un elevado consumo de alimentos ricos en grasas y azúcares, y ni les cuento las bebidas. Por lo consiguiente, existe la creciente preocupación entre padres de familia sobre cómo navegar las fiestas de fin de año entre toda la comida en exceso.  

Así que, como todo en nutrición, la clave aquí es el balance. Una de cal y una de arena. Aunque para temporada alta, diría una de cal y tres de arena. Si el consumo de dulces y chucherías es la cal, aquí te comparto tres consejos nutricionales para mantener el balance en esta temporada.

1) Sueño (una de arena)

La rutina de sueño es clave para mantener la salud esta temporada. Evita el trasnochar; pues esto impacta de forma negativa en el crecimiento y desarrollo. Además, ¿quién no quiere aprovechar un atardecer temprano y tener a los niños dormidos a las 6:30pm? Está bien ser flexible en tus horarios, pues ocurren causas de fuerza mayor que desafían tu rutina; mi recomendación es que esta sea la excepción a la regla.

2) Actividad física (dos de arena)

La actividad física y movimiento, priorizando en actividades al aire libre, son una necesidad para promover un adecuado crecimiento y desarrollo. Si bien es una temporada donde aumenta el consumo de calorías, intentemos mantener el balance evitando el alto consumo de pantallas y promoviendo el juego al aire libre. Además, un niño que se mantiene activo tiene un mayor sueño reparador y ergo, mejor patrón de crecimiento. Ganar-ganar

3) No prohibir, no negar (tres de arena)

Nuestro objetivo es fomentar una sana relación con los alimentos, de manera que nuestros hijos no se sientan culpables por consumir algo “prohibido”, o que tengan atracones y lo consuman de forma desmesurada. Así mismo, si hay una condición médica presente (obesidad infantil, síndrome de resistencia a insulina, colesterol alto familiar, etc.) es nuestro deber como padres tener un correcto manejo de la enfermedad y reducir riesgo a complicaciones.

Por lo tanto, se recomienda mantener un tono neutro, evitando describir alimentos como buenos o malos, y sin elogiar ni castigar alrededor de una comida. Nuestro papel como padres es establecer límites claros y neutros.

“Hoy comeremos solo una porción de este alimento (dulce, chocolate, pastel, dona, etc.)”

“Este dulce nos da energía, ¿lo ponemos en tu lonchera para mañana?”

Para navegar sin complicaciones en esta estrategia, mi recomendación es enfocarse en nuestra zona de control. Claramente no tenemos inherencia en la casa de los abuelos, ni vecinos ni piñatas. Pero sí tenemos control sobre cómo distribuimos las asistencias a eventos sociales y familiares en el calendario. Así mismo, también tenemos control sobre qué alimentos están en nuestro hogar. Recuerda, no lo compro, no lo consumo. Al menos en casa, intentar disminuir la exposición de alimentos ricos en grasas y azúcares en el hogar. De nada sirve que restringas los dulces en la piñata de la tarde, si el desayuno del peque constató de leche chocolatada y un panqueque con Nutella. Debemos ser coherentes.

Una frase que me trae mucha paz es la siguiente:

“Si el problema tiene solución, si es una situación donde puedes actuar, entonces no hay necesidad de preocuparse. Si el problema no puede solucionarse, entonces no ayuda preocuparse. No existe beneficios en preocuparse”.
-Dalai Lama XIV

Así que, si tu peque no está expuesto a un exceso de dulces, tiene un buen nivel de actividad física y una correcta rutina de sueño, y su estado de salud lo permite; entonces una noche de dulces no debería ser problema.  Si tu peque está expuesto a un exceso de dulces, tiene un alto consumo de pantallas o tiende a trasnochar, o si su estado de salud está afectado por el exceso de grasa corporal, aún así puedes establecer límites claros y neutros para manejar la noche de dulces. Trick the sweets. 

Adriana Figueroa
Nutrición Clínica Familiar

Colegiado 3177