Es algo muy común. Muchas personas me cuentan que durante el día siguen un plan "perfecto", pero cuando llega la noche todo se desmorona: sienten más hambre, ansiedad y ganas de comer en exceso. ¿Te pasa lo mismo?
¿Por qué sucede esto?
1️⃣ Comidas incompletas durante el día: Si no estás comiendo lo suficiente o tus comidas no son equilibradas, es normal que a la noche tu cuerpo reclame la energía que le ha faltado.
2️⃣ Relajación nocturna: Al terminar el día, dejamos de lado las distracciones, y nuestro cuerpo y mente buscan compensar la tensión o el cansancio acumulado. Esto puede desencadenar antojos y comer en exceso.
¿Cómo lo trabajaremos en consulta?
Para romper este ciclo, nos centraremos en:
1️⃣ Hacer comidas completas y equilibradas durante el día: Incluyendo todos los grupos de alimentos (proteínas, carbohidratos, grasas y fibra) para sentirte saciado y nutrido.
2️⃣ Identificar patrones emocionales: ¿Comes por ansiedad, estrés o cansancio? Vamos a trabajar en estrategias que te ayuden a gestionar estas emociones sin recurrir a la comida.
3️⃣ Establecer hábitos nocturnos saludables: Pequeños cambios pueden marcar una gran diferencia, como crear una rutina relajante o planificar cenas que te satisfagan física y mentalmente.
💡 ¿Te animas a dar este paso? En consulta, trabajaremos para que puedas tener una relación más tranquila y equilibrada con la comida, sin sentir que pierdes el control. Haz que este sea el momento de cambiar. ❤️